top of page

Encaje atípico

  • Writer: Pablo Martínez Juberías
    Pablo Martínez Juberías
  • Oct 8, 2020
  • 2 min read

El prototipo de jugador de fútbol español ha ido evolucionando con el tiempo. Antes de llegar a los JJOO de Barcelona, nuestra selección se caracterizaba por jugadores aguerridos y luchadores, vivo reflejo del carácter, la situación social y la política con la que había crecido el país. Años más tarde, se empiezan a dar brotes de calidad individual más pronunciada. Se profesionalizan todos los deportes y surgen una mayor cantidad de especialistas con el balón, concretamente en el toque. Con el tiempo se crea un estilo, más bien de equipo, capitaneado por los ‘bajitos’. Fútbol control, habilidad técnica y táctica.


A día de hoy, seguimos teniendo ese deje. Ya no están las viejas glorias que nos hicieron campeones, pero se intentan sustituir cromos para que suplan sus roles. Excepto por un individuo. Nunca antes habíamos tenido a un jugador que nos pudiera aportar una fortaleza física de tales magnitudes. Tal vez Fernando Llorente fue el que más se acercó a un despliegue tan sumamente portentoso. Una superioridad abismal que se hacía evidente al enfrentarse a sus defensores.


ree

Son estilos y posiciones completamente diferentes, pero sabemos que tenemos a un jugador diferencial. Adama Traoré ha debutado. Treinta minutos de torbellino que se convirtieron en un quebradero de cabeza para Portugal. Casualidad o no, mismo combinado nacional contra el que Llorente, en su etapa de rey león, mostró su mejor versión y les sacó de sus casillas en nuestro querido Mundial de Sudáfrica.


El actual jugador de los Wolves provocó hasta dos cambios de marcador individual. Primero fue Guerreiro quien se midió a Adama. Al ver que le superó con holgura en varias acciones seguidas, Fernando Santos dio entrada a su ahora compañero de equipo, Nelson Semedo. Ni por esas le paraban, así que Rubén Dias se encargó de proporcionar ayudas a su lateral para intentar frenar a un Miura que da cornadas en todas las trayectorias.


Este partido no nos puede servir de ejemplo de lo que va a ser Adama con España, pero su temporada pasada en la Inglaterra sí. Adama es un caos efectivo. Un fuego descontrolado para el que lo sufre, y controlado para el que lo disfruta. Necesita espacio para desbordar y gente que sea capaz de acompañarle en el área rival… A la que lo escribía me he dado cuenta de que ese no es el estilo de España. No solemos tener rematadores como Raúl Giménez, y menos espacios cuando nos ponemos a tocar. ¿Entonces, encaja o no?


ree

La respuesta es sí. Le necesitamos, ya sea de inicio o de revulsivo. Yo le tendría miedo. Sé que hablaría con mis compañeros y entrenadores para buscar maneras de pararle, y aunque las encontráramos seguiría cagado. Qué mejor que tus rivales estén pendientes de un jugador con tanto vigor y se despreocupen del resto. En el otro lado tenemos a Ansu Fati, bendito seas.


Estos dos nos tienen que dar vida. Por ahora, están dando ilusión, una razón por la que volver a ver a España después de los últimos batacazos. Ahora solo falta que funcione. Sería la leche.

 
 
 

Comments


Post: Blog2_Post

(561) 331-9776

©2019 by About Tires & Balls. Proudly created with Wix.com

bottom of page