top of page

Flamengo está de vuelta

  • Writer: Pablo Martínez Juberías
    Pablo Martínez Juberías
  • Nov 24, 2019
  • 4 min read

No soy para nada un experto en fútbol sudamericano. Lo cierto es que pocas veces he visto partidos de competiciones que no sean europeas. Lo más cerca que estado de ver a un equipo sudamericano es en el Mundial o en la Copa América, nunca clubes. El año pasado fue la primera experiencia para muchos de poder ver un partido de tales características en el viejo continente. La final de la Copa Libertadores se tuvo que disputar en Madrid por causas externas al deporte, y gracias a ello se convirtió en un atractivo más para los ojos de los aficionados al balompié.


En el pasado, este partido solía jugarse a altas horas de la madrugada en horario europeo, pero sorprendentemente ha habido un cambio en esta edición. Mediodía en América y noche en Europa. Asequible para más espectadores, que han podido disfrutar de la misma pasión de siempre. Digo esto porque siempre nos han querido convencer de que el fútbol sudamericano es pasional, todo corazón. En parte tienen razón, pero no en todo.


Se lleva hablando semanas de esta final, y no sólo de ella, también de las semifinales, ya que enfrentaban a los dos equipos más grandes de Argentina y a dos de los históricos de Brasil. La reedición de la final del año pasado la volvió a ganar River Plate, esta vez a doble eliminatoria, tras imponerse a Boca en el partido de ida cómodamente y sufrir en la Bombonera. Flamengo, por su parte, empató fuera y avasalló a Gremio en casa. Es curioso que los últimos dos campeones de esta copa podrían haber llegado a jugar la final de este año, pero Flamengo no concedió tal privilegio a sus compatriotas.


ree

Lo completamente seguro era que íbamos a ver un duelo entre Brasil y Argentina, la rivalidad más antigua del fútbol mundial. De ahí la pasión por que llegara el pitido inicial. Luego cuando ves el partido te arrepientes. La afición no tiene reproche, y ciertamente fue lo mejor del partido junto con los minutos finales de locura, que ahora comentaré. Pero siendo serios, ahora tenemos excusa todos aquellos que no acostumbramos a ver enfrentamientos entre clubes americanos.


Flamengo venía con el cartel de mejor equipo del año en el continente, desplegando un juego muy atractivo, dominando partidos y con una plantilla de figuras reconocibles. River defendía su trofeo, y de lo que más se habló antes de la final fue de su entrenador, Gallardo, que sonaba para recambio de Valverde en el Barça. Creo que después de la final ya hay menos ganas de vincular su nombre al club azulgrana… Realmente, hizo lo que tenía que hacer. River Plate demostró ser un equipo bastante limitado pero que se centró en cortar cualquier posibilidad de creación de los brasileños y de aprovechar pequeños errores que cuestan partidos. Así llegó el gol de Santos Borré y así dominó durante toda la primera parte, ante un Flamengo desaparecido en combate con un solo tiro a puerta. En resumen, más faltas e interrupciones que pases. Un tostón con algún que otro acercamiento del club argentino.


La segunda parte fue más disputada, con más ida y vuelta, y donde los nervios y la pasión se vieron más reflejados en el campo. ¡Por fin! Al menos si no hay fútbol, que haya ese sentimiento del que se presume, ¿no? Pues eso fue el final del partido. Emoción hasta el último segundo, sucesos inexplicables, empuje y suerte. De la que se busca, como en el primer tanto, y de la que te encuentras sin saber cómo ni por qué, en el segundo. Los jugadores brasileños de calidad aparecieron, en especial el extremo Bruno Enrique, que con diferencia fue el más peligroso y desequilibrante de la final, y Gabigol. Remató a puerta vacía en el 89’ la excelente combinación de su equipo y dio por sentenciada la final en el 92’ dando las gracias al regalo de los centrales, con mención de honor a Pinola.


ree

No te puedes dejar remontar una final en tres minutos. Por cuestión de orgullo y casta, incluso de experiencia. Planear un partido defensivo para acabar cometiendo el error flagrante que te lo haga perder es muy triste. Siento que River Plate tiene jugadores en la plantilla de suficiente trayectoria profesional como para solventar esos minutos finales. Ya pensaba durante el partido que alguno no está al nivel de jugar en este equipo, pero que la edad era su virtud y por eso seguían jugando. Tampoco. No vi en alguno de ellos ni siquiera eso tan propio de los argentinos, que siempre exigen que le eches huevos.


Éxito para Flamengo en el continente 38 años después y júbilo por el final de infarto. Indiscutiblemente fue una locura. Me recordó a la famosa final de Champions de 1999 en Barcelona entre el Bayern y el United, que ganaron los ingleses con dos goles tardíos e inesperados. Lo mejor de todo es que hoy mismo el equipo que dirige Jorge Jesús se ha proclamado también campeón del Brasileirao sin jugar. Su verdugo en semifinales, Gremio, le ha hecho el favor ganando a Palmeiras y ya son campeones de forma matemática en su país.


Qué bonito final. Año redondo e hilado. Sólo pido que para la próxima temporada se intente jugar un poco más al balón. Os lo pasaréis mejor, y nosotros también.

 
 
 

Comments


Post: Blog2_Post

(561) 331-9776

©2019 by About Tires & Balls. Proudly created with Wix.com

bottom of page