Getafe: honor y gloria

Sorteo de dieciseisavos de la Europa League. Sacan la primera bolita: Ajax de Ámsterdam. A continuación, la segunda: Getafe. Desde ese momento sabíamos que iba a ser uno de los enfrentamientos más bonitos de la ronda. Por el choque de estilos, por lo que significa y representa cada club, por la historia de los equipos, por el estado de forma al alza de unos y las dudas que presentan los otros después de haber caído de la Champions tras haber sido la gran sorpresa de la temporada anterior. Un cúmulo de circunstancias que dejan un leve aroma a su paso; hay posibilidades de que la Cenicienta pase a octavos.

Casi la totalidad de los entendidos en fútbol internacional daban como favorito al Ajax, pero de esos había también un grupo numeroso que no descartaba a los de Bordalás. En la fase de grupos, el Getafe ya demostró que se crece ante la adversidad. Sólo se le atragantó el Basilea, que ganó tanto en la ida como en la vuelta, pero los azulones tuvieron opciones de al menos conseguir el empate en ambos partidos. El resto de encuentros se saldaron con victorias, incluidas las dos duras visitas a Rusia y Turquía.

Hablar del partido de este pasado jueves no tiene sentido sin antes mencionar lo que pasó en el Coliseum la semana pasada. El Getafe jugó con el Ajax en el jardín de su casa. El resultado, 2-0, fue lo de menos, aunque ha sido vital para tener tranquilidad en el global. Los semifinalistas de la pasada campaña de la Champions no fueron capaces de rematar un mísero tiro a puerta. Apenas causaron peligro en los últimos quince minutos de encuentro, cuando una contra les mató. El desquiciamiento llegó al límite de jugadores, entrenador, aficionados... Se quejaron del juego, etiquetándolo de antifútbol.

Todas esas quejas formaban parte de una estrategia para calentar el ambiente y condicionar o presionar las decisiones del árbitro que le tocara dirigir tal marrón en Ámsterdam. Lo consiguieron. Hostil me parece poca palabra. Si llevabas una camiseta azul ya sabías que ibas a volver a casa bañado en cerveza. Incluso las hijas de algún jugador acabaron rociadas. En el campo se veía un constante avasallamiento contra el colegiado. Quejas permanentes, gritos y aspavientos a centímetros de los rostros de los jugadores visitantes, gestos antideportivos... A todo esto, un gol, tres palos y un gol anulado de los madrileños. ¿Os parece antifútbol como juega el Getafe y todo esto no?

Reacciones dignas de niñatos enrabietados por perder contra guerreros. El Valencia puso el primer granito de arena echándoles de la Champions para que el odio a los equipos españoles se hiciera patente. No soy el mayor defensor de este estilo, pero lo que sí tengo claro es que en mi equipo quiero a once tíos que suden sangre antes que tener jugadores sin alma. El Getafe juega y gana con lo que tiene, que es menos de lo que se puede permitir el resto. Así que, para todos los que consideran que juegan antideportivamente, acostaos bien tapaditos y a seguir llorando en casa.