La música que suena en la Premier
- Pablo Martínez Juberías

- Nov 11, 2019
- 4 min read
Updated: Nov 12, 2019
Hasta hace no mucho había un debate claro en el mundo del fútbol. ¿Cuál es la mejor liga del mundo? ¿Dónde se juega el mejor fútbol del planeta? Esa cuestión tenía dos candidatos principales: España e Inglaterra. Actualmente, ya sólo queda uno.
La Premier ha vuelto a recuperar el trono, si es que alguna vez lo había perdido. Lo cierto es que venía de años un poco más grises en los que la liga había perdido algo de fuelle con respecto al crecimiento exponencial de La Liga y sus equipos más fuertes. A todo eso hay que añadirle que los equipos españoles en Europa estaban ganando por goleada al resto de ligas europeas. Contando desde el inicio del siglo, únicamente en tres ocasiones la Champions League acabó en las vitrinas británicas. Y desde que se bautizó la UEFA Europa League, solo en dos ocasiones se la ha llevado un equipo inglés. Por el contrario, los clubes españoles se adjudicaron 9 ediciones de la máxima competición europea y 6 de su hermana menor, muchas de esas ediciones coincidiendo la consecución de ambos títulos a la vez.
Esa racha fue cortada en seco el año pasado. Dos finales inglesas en dichas competiciones continentales y una liga de récord con la lucha de titanes por la victoria hasta el último momento, opuesto al descalabro de Barça, Madrid y Atlético en el global de la temporada. Coincide con la marcha de Cristiano, con el aumento de ingresos por derechos televisivos en Inglaterra o con la temporada post-mundial. Cada uno pondrá las razones que crea convenientes, pero lo que de verdad importa es que ya no hay debate: el mejor fútbol está en la Premier.

Liverpool y Manchester City se han estado encargando de subir el nivel para equipararse con los grandes de Europa. El primero empezó haciéndose fuerte en las competiciones del K.O. europeas, mientras que los segundos se salían en las competiciones domésticas. Mientras, el Tottenham se colaba por ahí como la revelación del año hasta llegar a su primera final de Champions, el Chelsea se hacía con la Europa League a costa de un meritorio Arsenal y la lucha en la zona media sigue siendo tan atractiva como siempre. Se puede decir que, de los grandes, solo los equipos entrenados por Klopp y Guardiola mantienen este año el nivel tan bueno visto en las pasadas campañas, pero queda claro que las tornas han cambiado cuando para muchos el Liverpool-Manchester City es considerado el mejor partido que se puede ver actualmente, por encima del Clásico en España.
Tan diferentes como parecidos. Equipos de autor y hechos para la excelencia, pero cada uno a su manera. Guardiola plantea un estilo similar a una orquesta sinfónica. Plantilla cara y muy bien vista en el mercado, como los instrumentos. Elegante en el juego, con control, que va convirtiéndose en una hipnosis para el que la disfruta/sufre. Y cuando el espectador/rival está embaucado llega el cambio de ritmo con el que ya no hay vuelta atrás. Solo respiras de alivio y gozo cuando acaba la última nota de la partitura, el pitido final. Klopp es rock & roll. Un par de fichajes de renombre, jóvenes que encajan, y buenos jugadores que dan un salto de calidad inimaginable para formar una banda de calidad y equilibrada. Todo eso junto a un ritmo constante y sin descanso. Intenso, vertical y matador. Una armonía perfecta para que cada partido se convierta en un concierto único y electrizante. Los genios perfeccionistas contra la peña alocada, 90 minutos para saber quién era el campeón del concurso musical.

Fueron muy duros los dos golpes que asestó el Liverpool al inicio del partido. Antes de que el City pudiera imponer su ritmo de partido ya se había puesto todo cuesta arriba. Tuvieron el dominio al principio, pero el rock se convirtió en mucho más efectivo. Los jueces también beneficiaron ese estilo. Dejar seguir, o pasar por alto alguna que otra infracción dudosa es muy típico del fútbol inglés, y el videoarbitraje no casa bien con esa forma de juzgar. La segunda parte siguió con la misma tónica. Más incesante el City y a la contra el Liverpool. Cada uno jugando a lo que mejor se les da, pero con el resultado a favor de los locales. Llegó el tercero cuando más se esperaba el inicio de remontada y con eso se fueron todas las esperanzas. Aun así, el Manchester City no dejó de intentarlo y logró recortar el resultado. Como cuando está escrutado el 99% de los votos y en ese 1% restante un partido de la oposición le quita un escaño a la fuerza que va ganando por goleada; algo insignificante. Ya que ayer hubo elecciones había que hacer una pequeña mención.
La conclusión es que el Liverpool va camino de hacerse con la copa que le falta por levantar, ya que esta sería su primera Premier League desde que la liga inglesa adoptó ese nombre, y que las aspiraciones del City quedan reducidas a ganar la tan soñada Champions al quedarse a nueve puntos del liderato. Mientras tanto en España, aún queda la incertidumbre de saber si los buenos resultados o el buen juego se repetirán con asiduidad entre los grandes o será la misma historia de siempre y la falta de continuidad seguirá sembrando dudas. Está semana no será posible resolver la incógnita, hay parón de selecciones, y lo único por lo que rezan los clubes es por recuperar a todos sus internacionales sin lesiones. Veremos quién será el siguiente en caer. Yo apuesto por el mismo de siempre: el galés…






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