La peor pesadilla de Tebas
- Pablo Martínez Juberías

- Jul 21, 2020
- 2 min read
Y la bomba explotó. En el último segundo de la última jornada; en el partido clave de la liga más larga de la historia. Si ya la 2ª es una montaña rusa de emociones, este final es la guinda al pastel. Para quien no sepa de lo que hablo, el virus ha traspasado la burbuja del fútbol en España. Uno de los múltiples y preocupantes rebrotes que han aparecido en las últimas semanas ha sido encontrado en la plantilla del Fuenlabrada, afectando tanto a jugadores como a cuerpo técnico y forzando al aplazamiento del partido, no al resto de la jornada.
Indiscutiblemente, el principal afectado por este brote es el equipo madrileño, pero por delante se lleva tanto a los que peleaban por un puesto de play-off para ascender a 1ª como a los varios clubes que se jugaban la vida por mantenerse en el fútbol profesional. Si hubiera pasado en la jornada 30 no hubiera habido problema en que el resto de partidos continuaran su curso, pero estaremos todos de acuerdo en que se deberían haber pospuesto todos los partidos para que se celebraran en igualdad de condiciones.

¿Cómo va a jugar ahora el Depor sabiéndose ya descendido? ¿Cómo sabremos si rivales por el descenso, como el Lugo o el Albacete, no hubieran tenido una presión añadida con el resultado de ese partido? ¿O los de promoción de ascenso? Es injusto, para todos esos equipos. Sin embargo, también se adulteraba la competición en el caso de haber suspendido la jornada completa hasta que se pudiera volver a jugar con seguridad, ya que muchos jugadores vuelven a finalizar su contrato después de haber renegociado ampliaciones tras el COVID, lo que supondría que algunos entrenadores no podrían contar con las plantillas al completo.
Está claro que no hay solución fácil al problema, ¿pero se ha hecho todo lo posible por evitarlo o hacer que fuera a menos? Hay que esperar a las explicaciones que pueda dar el presidente de La Liga, Javier Tebas, pero con las informaciones que se manejan es difícil no pensar que se ha incurrido en una negligencia.

El primer caso de coronavirus detectado en la plantilla del Fuenlabrada data del sábado 18 de julio. Al día siguiente ya había cuatro casos, y en la mañana del partido se llegó hasta los doce. Esos cuatro del sábado no viajaron a Coruña, pero viendo la propagación de forma exponencial que estaba teniendo el virus dentro del equipo se debería haber prohibido el traslado del equipo al completo y establecido una cuarentena para todos aquellos que conviven en ese mismo entorno, como precaución para evitar que vaya a más.
Hay que decir que la gestión del resto del mes por parte de las competencias deportivas de la competición ha sido excelente y digna de felicitación, pero esta mancha ensombrece mucho el trabajo realizado. Por miedo a que en unos días los brotes en el país se disparen y con tal de finalizar cuanto antes, han tomado una decisión errónea y han dejado un panorama dantesco. Vamos a pasar de los banquillos de los estadios a los del juzgado de apelación.






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