Mis debilidades
- Pablo Martínez Juberías

- Oct 14, 2019
- 8 min read
Todos tenemos predilección por algo en la vida. De hecho, por muchas cosas. Te hacen gozar como un niño cada vez que tienes la suerte de disfrutarlas. Un manjar que cocina tu abuela, viajar a lugares emblemáticos, escuchar a tu cantante o banda preferida, tomar el sol en la playa, la siesta… Lo típico. Luego ya cada uno tiene elecciones personales más selectas. Tatuajes, ir al gimnasio, al cine, o salir de fiesta, por poner algunos ejemplos. Este blog es de deporte, y más allá de mis gustos mundanos, hoy toca contar mis debilidades deportivas.
Veo eventos todos los días. Siempre hay algo remarcable a lo que estar atento, y coincide que muchas veces es algo que me llama muchísimo la atención, aunque muchas me hagan sufrir en vez de pasar un buen rato. Este fin de semana ha sido un claro ejemplo. El viernes parecía que no había nada que ver. Sinceramente, solo los locos son capaces de encontrar algo atractivo que echarse a los ojos; o los muy fanáticos a un equipo. Me incluyo en ambos grupos. Jugaba el Rayo.
Lo más común era que me hubiera decantado por ver el Islandia-Francia o el República Checa-Inglaterra, incluso tal vez a Portugal. Vi un rato a Francia, luego explicaré porqué, pero mi plato fuerte del día estaba en el arranque de la jornada en segunda. El equipo de barrio obrero que desde hace ya años me cautivó. Pisar ese campo, escuchar y ver a esa afición, sentirte uno más del equipo desde la grada… No sabía que tenía la franja impregnada en mi ser hasta entonces, pero así es.

Últimamente nos ha tocado sufrir. Un descenso siempre es duro, aun cuando sabes que tienes todas las papeletas desde un principio. A raíz de ello, se van futbolistas insignia del equipo como De Tomás o Álex Moreno. Te entran dudas de cómo se reforzará el equipo, y luego te alegras cuando ves que, a pesar de las bajas, el Rayo Vallecano sigue teniendo una de las mejores plantillas de la competición. Se empezó algo regular. Antes de este último encuentro el equipo entrenado por Paco Jémez iba décimo a seis puntos del segundo, plaza que supone el ascenso directo. No está mal dado que no se ha descolgado de la parte alta a pesar de llevar 7 empates en 10 jornadas; los 5 últimos partidos los empató consecutivamente. Y en eso está lo malo también. Parecía que no había manera de revertir la situación y conseguir una victoria finalmente.
Nos salvó el balón parado. La parcela que hasta ahora había sido objeto de innumerables fallos impropios rescató al equipo remontando el primer gol del Tenerife. Me refiero a la defensa. Marcaron Catena y Saveljich con ayuda de un marcaje muy permisivo. Sin embargo, la defensa había sido un desastre en los anteriores partidos por malas acciones individuales. De los primeros 5 partidos, el Rayo sólo acabó con 11 jugadores en 2, perdiendo uno de ellos. Desde entonces ya no ha recibido más tarjetas rojas, las cuales fueron justas, pero se empezó a abonar a los penaltis en contra y a goles en los últimos minutos de los partidos. Hasta 4, todos clamorosos, y dos de ellos en el 95’ y 96’, con los que Fuenlabrada y Alcorcón consiguieron la igualada. Creo que ahí está la clave de este inicio de Liga Smartbank para el equipo vallecano. La mala suerte de perder a Emiliano Velázquez para toda la temporada por lesión hace que haya otro que ocupe su puesto. Lo que está claro es que esos chicos tienen que dar un paso adelante y rápido, demostrando que están capacitados para dar el nivel que esta liga exige, como bien hicieron en el pasado partido.

El sábado jugaba España. Soy de esos que aún le queda algo de ilusión por esta selección. Voy jugador por jugador y no creo que estemos tan lejos de los mejores. No es comparable al equipo que nos hizo campeones de todo, pero hay unos cuantos que vienen de ganar un europeo sub 21, y el resto son decisivos en sus equipos. Además de que en los últimos partidos no se ha jugado mal, y la nueva idea del entrenador estaba empezando a calar. No sé si fue porque ya nos vimos clasificados, porque estábamos de celebración con el récord de internacionalidades de Ramos, o cualquier otro motivo. La cosa es que el partido estuvo mal, bastante mal.
Daba la sensación de que estaban por estar. Se salvan pocos, como Fabián y Albiol, y hay otros pocos a los que hay que señalar también, como Ramos o Busquets, pero la nota general es de no comparecencia. Tuvimos nuestras ocasiones, seguramente podría haber caído algún gol más, pero no fue así. Mi resumen del encuentro es que Noruega no hizo muchísimos méritos para empatar, pero España mereció que le empataran. No entiendo la dejadez, lo único que crea es dudas en todo el mundo. Soy de los que dicen que esta selección es capaz de ganar a cualquiera y de que cualquiera le gane. Muchos otros opinan que no tenemos nivel para ser favoritos. Puede ser que estén en lo cierto, pero la sensación que me deja es que no hay mucha convicción dentro del grupo, y en eso es en lo que vamos por debajo del resto. Veremos mañana. Se supone que entraran los menos habituales, así que tal vez veamos algo más de ambición.

Y el domingo motor. Una hora y media de clasificación y otra hora y media de carrera. Formula 1 en estado puro gracias al tifón que pasó el sábado por las cercanías del circuito de Suzuka y que obligó a posponer toda la jornada al último día de la semana. El inicio de la clasificación me pilló en la noche del sábado, y la carrera en la madrugada. Me fui a la cama feliz. Con sueño, pero contento. Y es que Carlos está de dulce con su McLaren. La escudería se consolida como cuarta en el mundial de constructores y mejor del resto, y Sainz hace lo propio en el mundial de pilotos. Ya es sexto, adelantando a Gasly y con la esperanza de aguantar a Albon por detrás aun teniendo un Red Bull. La pena es que el piloto recientemente mencionado no recibiera sanción cuando adelantó a Norris chocando con él, causándole daños y privándole de conseguir muy buenos puntos en esta carrera al ir rodando sexto hasta ese momento.
Pero por encima de todo está el sexto campeonato consecutivo de Mercedes. Ya es imposible que Ferrari rompa el dominio de la escudería alemana en esta era híbrida, y es casi imposible que se le escape a Hamilton, quien se puede convertir campeón en la siguiente carrera. Parece contradictorio que siga viendo este deporte cuando siempre ganan los mismo. Yo me había enamorado del automovilismo porque era impredecible. Llevamos mucho tiempo de ver siempre a Hamilton ganar con su bala plateada, pero algo está cambiando. Cada vez se acerca más Ferrari, incluso dando la sensación de que su coche es mejor que el de Mercedes en las últimas carreras. Lo que les diferencia es la buena elección, el saber mantenerse y sacar resultados cuando no son tan favoritos, cosa que los italianos llevan sin conseguir con regularidad en la última década. Y por la zona media hay más batalla. No es como antes, que pasaban muchas más cosas durante la carrera, pero siempre queda la esperanza de ver una mejoría progresiva, y más sabiendo que queda solo un año hasta el cambio de normativa. Ahí será cuando se vuelva a empezar prácticamente de cero.
Esta vez la victoria se la llevó Bottas, que estuvo impecable desde la salida. Aprovechó el fallo de los dos coches rojos, que salían en la primera línea, y dominó de principio a fin. Pudo ganar Hamilton si no le hubieran forzado a parar por segunda vez, pero al final no pasó del tercer puesto por mucho que lo luchara. Segundo fue Vettel, aguantando al británico a su rebufo en las últimas vueltas y dando gracias a los comisarios por no haberle sancionado al haberse adelantado en la salida. Esta misma acción fue sancionada cuando la cometió Kimi Raikkonen en el pasado Gran Premio de Rusia. Al parecer no saltó la alarma del sensor que controla las salidas nulas. En palabras de los comisarios, “el movimiento de Vettel está dentro de lo permitido”.

Quien sí recibió sanción fue su compañero de equipo, Charles Leclerc. Mala salida, choque con Verstappen en la segunda curva, y causante de situaciones peligrosas al seguir en pista con piezas colgando y desprendiéndose de su coche tras la colisión. Una carrera muy desafortunada para el monegasco que intentó acabar de la mejor manera posible. Finalmente fue séptimo por las sanciones post carrera, aunque llegó sexto a meta. El pobre Verstappen tuvo que abandonar al ver que no tenía ritmo ni opciones de conseguir meterse entre los diez primeros.
Hay que felicitar a los operarios y a todos los encargados del circuito que hicieron posible que se celebrara el Gran Premio sin ningún problema, siempre atentos a la meteorología cambiante para la recogida y el montaje de las instalaciones. Y la colleja de oro va para la FIA. No contentos con todas las malas decisiones ya tomadas a lo largo de la carrera, enseñaron la bandera de cuadros una vuelta antes y decretaron que los tiempos de la última vuelta no eran válidos. Por ese error Sergio Pérez mantuvo la novena posición después de haberse salido en la última vuelta al intentar adelantar a Gasly. No terminó la carrera y fue adelantado por muchos pilotos, entre ellos su compañero de equipo, Stroll, a quien le pertenecía la décima posición final. Error grosero que no debería pasar, ya que se había acordado que, si la bandera de cuadros se enseñaba antes de tiempo por algún motivo, lo que realmente daba validez a la conclusión de la carrera es un panel luminoso que activan los comisarios, ya que la bandera la suele agitar algún personaje celebre invitado y puede equivocarse, como tantas veces ha ocurrido. Si Hamilton hubiese conseguido adelantar a Vettel en esa última vuelta, como estuvo a punto de hacer, tampoco hubiese tenido validez. Ahí sí que hubiese tenido importancia este error. Mientras solo perjudique a los pilotos de la zona media no hay problema…
Por último, más fútbol. Durante todo el fin de semana estuve viendo partidos de clasificación para la Eurocopa a parte del de España, pero eran elecciones muy específicas y por una razón clara: jugadores del Madrid. Por eso he dicho anteriormente que vi a Francia un rato para ver a Varane, vi a Bélgica para ver si Hazard vuelve a ponerse a tono y Courtois coge confianza, algo de Valverde con Uruguay y Casemiro con Brasil, y por supuesto el Gales-Croacia que enfrentaba a Bale y Modric. El galés estuvo muy bien, hasta marcó, pero el virus FIFA se cebó con el club blanco. Ninguno de los dos acabó el partido por molestias. Parece que Modric solo recibió un golpe y de Bale aún no se sabe el alcance de la lesión, pero quien sabe si llegaran bien para una semana clave con Champions y clásico de por medio. Kroos está en recuperación, Casemiro lo juega todo aun sintiendo molestias, y ya sabemos todos que al Madrid le faltan mediocampistas. Expectación a lo que pueda pasar en estos días, pero miedo da cada vez que juegan porque parece que son los elegidos para caer lesionados. De cristal, como mi amigo Neymar, que va a volver a estar sin jugar otro mes por lesión. Tal vez le da por descentrarse otra vez. Raro sería.

Dos días más de fútbol internacional, y vuelta a la normalidad. Nos dan una tregua hasta el viernes para que vivamos un poco, y luego ligas europeas, Champions, Europa League y más liga. Y la semana que viene empieza la NBA. Necesito una extensión de tiempo al día. ¿Qué tal 4 horas más? ¿Alguien sabe dónde se puede ir a presentar la solicitud?






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