Una vuelta más, por favor

Con la miel en los labios. Carlos y todos sus seguidores. A pesar de sólo haber podido quedar segundo, fin de semana perfecto que ha hecho volver a vibrar a los fans escondidos de este deporte que únicamente asoman la cabeza cuando vienen bien dadas.

Lo de sólo haber podido quedar segundo es sarcasmo. Aspirar a podio para un español en F1 ya es un triunfo desde hace mucho tiempo. Sainz llevaba ilusionándonos con esa posibilidad desde los entrenamientos libres. Buen ritmo en las tandas largas, rápido a una vuelta gracias a la maravillosa configuración del equipo McLaren para sus coches y problemas en Red Bull que dejaban pista libre para un hueco entre los tres primeros.

Intuíamos que el puesto bacante sería el tercero, ya que Mercedes juega en otra liga. Así hubiese sido en un día normal, pero no lo era. Para Hamilton empezó siéndolo, para Bottas se torcía en la salida. De segundo a sexto en la primera vuelta. Problemas de refrigeración que le imposibilitaban ponerse a rebufo para evitar el sobrecalentamiento del monoplaza en el circuito donde más se necesitan unos km/h de más para poder adelantar. Descartado.

Cuando Hamilton estaba a punto de pedir un café para no dormirse al volante, empezó el baile. Magnussen abandonó y aparcó su Haas cerca de la entrada a la línea de boxes. Tras varios segundos, que en F1 son eternos, los comisarios decidieron sacar el coche de seguridad y cerrar el pit lane para poder retirar el coche sin peligro. Esa comunicación no llegó a los oídos del piloto inglés ni a los de Antonio Giovinazzi, quienes entraron a cambiar ruedas en ese instante. Sanción al canto.

Gasly se benefició por haber parado antes de que se produjera la salida del Safety Car y otros tantos decidieron seguir adelante sin cambiar sus neumáticos, entre ellos Stroll o Leclerc. Una vuelta después, con la carrera relanzada, el monegasco sería protagonista. Espectacular y peligroso accidente que se saldó sin consecuencias físicas para el piloto, pero con una bandera roja, la cual llevábamos sin ver años en la categoría. En lo que supone para Ferrari, fue como si le aplicaran la eutanasia. Demasiado sufrimiento en el Gran Premio de casa viendo como ninguno de sus dos pilotos iba a puntuar. Los dos coches fuera y alivio momentáneo.

Total, que los que no habían cambiado sus ruedas pudieron hacerlo al pararse la carrera, se dio una segunda salida en parrilla por primera vez en la historia de este deporte, los penalizados cumplieron con su pena y arriba se nos quedó un panorama nunca antes visto, sin los ya mencionados Ferrari, Mercedes y Red Bull. ¿Y ahora quién narices gana una carrera? Desde 2014 solamente estas tres escuderías habían sido capaces de llegar a lo más alto del podio. Está claro que lo que no pase este año no pasará nunca.

Al final, Toro Rosso ganó de la mano de Pierre Gasly, a décimas Sainz y por detrás Stroll para completar un podio único y seguramente irrepetible. Mensaje para los "amantes" de la F1: es vuestro momento, pinta bien la cosa.